El pasado viernes 25 de abril, la comunidad educativa del Colegio San José de Cabrero se reunió en oración en el Templo Parroquial Santa Filomena, para encomendar a Dios el alma del Papa Francisco, quien ha partido a la Casa del Padre. Bajo la lluvia, con recogimiento y profunda fe, dimos gracias por su vida, su testimonio y su incansable labor al servicio de la Iglesia, especialmente por su amor y compromiso con la educación católica.
Durante la Eucaristía, nuestro capellán destacó en su homilía la misión evangelizadora que marcó el pontificado del Santo Padre: una vida guiada por la humildad, el servicio a los más necesitados y el encuentro personal con cada ser humano, sin distinción.
Al concluir la celebración, la comunidad rezó con esperanza las oraciones de la última recomendación, pidiendo a Dios que reciba en su infinita misericordia el alma de Francisco, pastor fiel que supo guiar a la Iglesia con ternura, sabiduría y coraje.
En palabras del Director de Pastoral del colegio “El Papa Francisco fue un testigo de Cristo en nuestro tiempo. Con su vida nos enseñó a caminar con alegría, a mirar la realidad con ojos compasivos y a anunciar el Evangelio sin miedo. Hoy lo encomendamos a Dios, y a la vez, renovamos nuestro compromiso con la educación católica que él tanto amó y promovió.”
Con gratitud y esperanza, como comunidad educativa decimos:
¡Gracias, Santo Padre Francisco, por enseñarnos a vivir con alegría el Evangelio!
